Pese a que la alimentación es uno de los comportamientos más básicos y esenciales para la supervivencia del ser humano, los problemas relacionados con ella son relativamente frecuentes en nuestra sociedad y adoptan formas diversas. Esto es debido a varios factores entre los que se encuentra la alta disponibilidad de alimentos de alto contenido calórico en nuestro medio o los cánones de belleza y estética que imperan actualmente en nuestra sociedad, por nombrar solo los más sobresalientes.

Muchas personas experimentan dificultades en su día a día para controlar lo que comen o tienen unos patrones de ingesta que no resultan saludables y que, en casos extremos, pueden llegar a poner en riesgo incluso la vida de las personas. A continuación describimos algunas de las dificultades más habituales relacionadas con la conducta alimentaria:


Sobrepeso o dificultades para mantener una dieta saludable

Comer más cantidad de la necesaria o de manera inadecuada es uno de los problemas de alimentación más frecuentes en nuestra sociedad. La escasa o inadecuada educación nutricional que recibimos, las dificultades para cocinar o comer de manera saludable cuando se tienen muchas obligaciones o un horario laboral complicado, la preferencia por alimentos poco saludables frente a otros más adecuados como la verdura o el pescado, etc. son solo algunos de los factores que dificultan que nos alimentemos de manera nutricionalmente adecuada y que mantengamos un peso corporal saludable.

Además, con alguna frecuencia se utiliza la comida como una vía para regular nuestras emociones de tristeza o ansiedad, en lugar de emplear otras estrategias que pueden resultar más saludables a largo plazo.

En esta situación, seguir dietas “fáciles” con frecuencia solo contribuye a agravar la situación, ya que a veces no funcionan tal y como se nos había prometido y otras tantas nos permiten perder peso en poco tiempo pero enseguida volvemos a recuperarlo, e incluso aumentarlo, ya que no hemos aprendido unos hábitos de alimentación saludable y seguir ciertas dietas resulta demasiado sacrificado como para poder mantener este cambio en el largo plazo.

Un psicólogo puede ayudarte a cambiar de manera estable tus hábitos de alimentación, de manera que te propongas objetivos realistas, compatibles con llevar una vida satisfactoria, y que tus cambios se mantengan a largo plazo. Además, si tus dificultades se relacionan con problemas de ansiedad, de autoestima, preocupaciones por tu imagen corporal o cualquier otra dificultad, tu psicólogo te ayudará a identificarlas y a ponerles solución para que estés a gusto con tu alimentación y con tu cuerpo.


Anorexia, bulimia, atracones e insatisfacción con el propio cuerpo

Uno de los problemas más alarmantes de nuestra sociedad consiste en los intentos deliberados que realizan algunas personas, generalmente adolescentes, preadolescentes o jóvenes, para manipular su alimentación y conseguir perder peso de forma rápida pero poco saludable y con frecuencia extrema.

Este tipo de prácticas resultan muy peligrosas y perjudiciales para la salud, ya que generan cambios en los procesos químicos del organismo y pueden llevar a problemas graves de salud y a la desnutrición. Además, aunque se inicien con el objetivo de alcanzar un peso típico o normalizado, con frecuencia se perpetúan hasta el punto de que la persona acaba buscando una delgadez excesiva, que no resulta ni saludable ni atractiva.

El tipo de modelos de belleza a los que se nos expone en los medios de comunicación es una de las variables que propician este tipo de comportamiento, unido a la presión social por la delgadez y el físico “perfecto”. Este patrón suele ser más habitual en mujeres, que son quienes más presión sufren por ajustarse a los cánones de belleza imperantes, aunque desafortunadamente esta presión cada vez se extiende más a los varones, que no son inmunes a este tipo de dificultades.

Si consideras que tienes problemas de este tipo o que alguno de tus familiares lo sufre, consulta sin demora a un profesional, ya que sus consecuencias son potencialmente muy graves por lo que conviene atajarlas lo antes posible. Un psicólogo puede ayudarte a encontrar un peso con el que te sientas a gusto, aceptado socialmente y sano al mismo tiempo, a aceptar tu propio cuerpo y disfrutar con él y a desarrollar estrategias y hábitos más saludables de alimentación y de gestión de la ansiedad.


Estas son solo algunas de las dificultades que pueden presentarse en relación con la conducta alimentaria. Si experimentas alguna dificultad en esta área no dudes en consultar a un profesional.

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