¿Cuál es nuestro paradigma de trabajo?

Todas las terapeutas de Libertia trabajamos de acuerdo con el paradigma cognitivo-conductual, y más concretamente de acuerdo con los principios del análisis funcional del comportamiento.

Este es el paradigma que hasta la fecha ha obtenido más respaldo de la comunidad científica y, de acuerdo con ello, todas las estrategias terapéuticas que emplean nuestros terapeutas han recibido apoyo empírico que sustenta su eficacia.

¿En qué consiste el análisis funcional del comportamiento?

El trabajo del psicólogo consiste en enseñar al cliente estrategias que le permitan cambiar aquellos comportamientos que generan sufrimiento a la persona o que desee modificar. Nos referimos aquí al término "comportamiento" en un sentido amplio que incluye tanto nuestras conductas observables como nuestros pensamientos y nuestras emociones. 

Todos nuestros comportamientos, así entendidos, tienen lugar como resultado de nuestras experiencias de aprendizaje a lo largo de nuestra vida y desempeñan alguna función. Esto es así incluso para aquellos comportamientos que nos parecen inútiles, nos generan sufrimiento o nos impiden llevar una vida satisfactoria. Por ello, identificando cómo se han aprendido y qué función desempeñan, será posible plantear estrategias concretas para promover otros comportamientos alternativos que nos permitan adaptarnos a nuestras circunstancias de una manera más efectiva y saludable.

Esta forma de trabajar involucra estrategias destinadas a modificar nuestro comportamiento en sus tres niveles: nuestros pensamientos o cogniciones, nuestras emociones y nuestras conductas motoras u observables. De ahí la denominación "cognitivo-conductual".

¿En qué consiste la terapia psicológica? ¿Cómo transcurren las sesiones?

Los terapeutas que trabajamos de acuerdo con el análisis funcional del comportamiento nos caracterizamos hacer un análisis individualizado de cada caso, ya que cada persona y cada circunstancias son únicas y comprenderlas es lo que va a permitir identificar las claves que darán lugar al cambio terapéutico.

Por ello cada proceso terapéutico es único, si bien generalmente la terapia se suele adaptar a las siguientes fases:

  • Evaluación: durante esta fase, el psicólogo y el cliente colaboran para recabar toda la información relevante tanto sobre el problema específico que trae a la persona a consulta sobre como sobre aquellos aspectos de su historia de aprendizaje y circunstancias vitales que sean relevantes para la terapia. Esta fase suele durar entre 2 y 4 sesiones, aunque dependerá de las características del caso concreto.

  • Explicación del análisis funcional: una vez completada la evaluación, el psicólogo realizará un análisis del caso que le permitirá identificar la funcionalidad de los comportamientos que se desea modificar. Partiendo de este análisis se propondrá un plan de intervención consensuado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona.

  • Intervención: partiendo del análisis anterior, el psicólogo comenzará a entrenar en aquellas estrategias que vayan permitiendo un cambio paulatino y alcanzar las metas que el cliente se haya marcado para la terapia.

  • Consolidación y seguimiento: una vez el cliente haya incorporado las estrategias terapéuticas, se destinarán algunas sesiones a consolidar este aprendizaje y a aprender a enfrentar los contratiempos que con frecuencia surgen a lo largo del tiempo. Esta fase tiene como objetivo que la nueva forma de funcionar quede bien asentada, ya que el objetivo final de la terapia es conseguir un cambio duradero que permita la autonomía del cliente, que ya no requerirá asistencia psicológica.

Ten en cuenta que el objetivo final es que incorpores las estrategias que aprendas en terapia en tu vida cotidiana. Por ello, tu asistencia regular a las sesiones durante el tiempo que dure la terapia será esencial. Las sesiones suelen ser semanales al inicio de la terapia. Sin embargo, acudir a las sesiones y hablar con tu terapeuta no es suficiente: la parte más importante del proceso es tu participación activa y tu compromiso con las tareas que se te irán proponiendo. Estas tareas pueden consistir en hacer pequeños ejercicios o completar registros o cuestionarios y estarán pensadas específicamente para ti sesión a sesión.

¿Qué se espera de mí durante la terapia?

Al principio de la terapia, lo más importante será que seas sincero y abierto con tu terapeuta, que es una persona que no te juzgará ni criticará sino al revés, escuchará atentamente todo lo que le cuentes con el fin de comprenderte mejor y conocer tu perspectiva. A algunas personas esto les suele costar al inicio de la terapia por motivos diversos. Es normal, poco a poco irás conociendo a tu terapeuta y te resultará más sencillo.

A medida que avance la terapia, será importante que pongas todo tu empeño en realizar las tareas que tu terapeuta te vaya pidiendo, siempre adaptadas a tus posibilidades, y que te impliques en la terapia, ya que tú eres el agente de tu propio cambio. Y por supuesto, que continúes comunicándote abiertamente con tu terapeuta indicándole la utilidad que vas observando en las tareas, las dificultades que encuentras o cualquier otro aspecto que consideres relevante.

¿Qué puedo esperar de mi terapeuta?

Muchas personas, sobre todo aquellas que no tienen experiencia previa con un psicólogo o que han tenido experiencias poco eficaces o satisfactorias, tienen dudas acerca de qué tienen derecho a esperar de su terapeuta y cómo pueden valorar si está haciendo un buen trabajo. Por ello, te recomendamos leer este artículo en el que proporcionamos unas guías que te ayudarán a juzgar si tu psicólogo está actuando de manera profesional y eficaz.

Tu terapeuta será una persona que...

  • Te dé confianza y te haga sentir cómodo. Te escuchará atentamente sin juzgarte ni criticarte. Avanzada la terapia, sí te señalará ciertos patrones a cambiar, pero lo hará siempre desde el respeto.

  • Te explique lo que estáis haciendo. Cada vez que te proponga un cambio o te enseñe una estrategia te explicará el motivo de esa pauta terapéutica de forma que puedas entender su función. Sabrás en todo momento qué estás trabajando, cómo y para qué, y si no es así tu terapeuta te lo aclarará.

  • Te guíe a lo largo del proceso. Durante la evaluación se limitará a escucharte la mayor parte del tiempo, pero una vez empecéis la intervención te proporcionará pautas e indicaciones concretas, aunque progresivas, para que vayas avanzando hacia tus objetivos con paso firme.

Si tienes dudas o quieres conocer en más detalle nuestra forma de trabajar, contacta con nosotros y estaremos encantados de darte toda la información que necesites.

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