Cómo afrontar una entrevista de trabajo (parte I)

Las entrevistas de trabajo son de las situaciones que más ansiedad nos generan y no faltan razones, nos jugamos mucho en ellas. Sin embargo, ir con mucha ansiedad o con nervios excesivos puede ser un obstáculo de cara a obtener el puesto de trabajo. Aquí os vamos a enseñar algunos puntos importantes a tener en cuenta que pueden ayudaros a afrontar esta situación con más confianza y seguridad.

En primer lugar, tenéis que saber qué evalúa un psicólogo o psicóloga en una entrevista de trabajo. ¿Podrá adivinar lo que pienso? ¿Podrá saber si le estoy mintiendo? ¿Averiguará lo nervioso o nerviosa que estoy? Estos mitos sobre cómo funciona la psicología pueden hacernos creer que los psicólogos son algo similar a Sherlock Holmes y ¡Nada más lejos de la realidad! De hecho, estudios recientes han demostrado que los entrevistadores evalúan de forma sesgada y subjetiva a las personas (Lundmann, 2018). Además, muchas veces los técnicos de selección ni si quiera son psicólogos. Por lo tanto, y aunque parezca sorprendente, una de las mayores cosas que podemos hacer para aumentar la probabilidad de ser contratados es sencillamente caerles bien. 

Por suerte en Libertia Psicología contamos con un experto en comunicación y persuasión, que además trabajo durante un tiempo como técnico de recursos humanos. Puede enseñaros como “caer bien” o lo que en persuasión se conoce como “aumentar el atractivo social percibido”.

Cómo aumentar el atractivo social

El atractivo social no debe confundirse con atractivo físico, si bien es verdad que está segunda variable también influye positivamente. El atractivo social se puede resumir rápidamente en la simpatía que perciben las otras personas en nosotros. Hay varias formas de aumentar nuestro atractivo social, a continuación, os decimos algunas:

Mostrar interés

Las personas somos egocéntricas y cuando contamos algo nos encanta que nos escuchen y nos presten atención. Pues con los entrevistadores y con las empresas ocurre lo mismo, les gusta ver que mostramos interés por conocerles. Una buena estrategia es al terminar realizar alguna pregunta orientada a conocer más en profundidad la forma de trabajo. Por ejemplo, “¿En qué tipo de proyectos estáis trabajando actualmente?” o “¿Cuáles serían mis funciones en caso de ser contratado?”. Una segunda estrategia es buscar los valores de la empresa. La inmensa mayoría de empresas tienen en su web un apartado dedicado a “Misión, visión y/o valores”. Aquí podemos ver cuales son los valores de la empresa, algunos ejemplos pueden ser trabajo en equipo o inclusión. Que sepan que conocemos sus valores cuando nos pregunten “¿Por qué has decidido querer trabajar con nosotros?” les hará ver que hemos mostrado interés. Además, podemos enlazarlo con el siguiente punto.

Semejanza

Esta es una de las variables más importante. Podemos obtenerla por un lado mostrando nuestra afinidad con los valores. Por ejemplo, “He leído que Banco Avocado tiene como principal valor el trabajo en equipo, lo cual me hizo especial ilusión, puesto que para mí es uno de los valores más importantes. Al final, lo que más valoro de un trabajo es que haya compañerismo, buen clima y apoyo mutuo”. También, es importante buscar semejanzas con el técnico de selección. Podréis pensar que esto es algo difícil en una entrevista de trabajo, pero se puede conseguir. En ocasiones hacen preguntas más informales, aprovechadlas para hablar de vuestros hobbies o de actividades que os guste hacer. Cuantas más cosas digáis, más probable es coincidir en alguna de ellas con el técnico de selección. Cualquier cosa sirve, incluso veranear en el mismo pueblo puede ayudar a ganar puntos de semejanza. Si veis que el entrevistador hace match con algo, agarraos a ese tema como garrapatas.

Elogio

La capacidad de hacer elogios es una de las habilidades comunicativas más importantes que tenemos, pues con ella podemos fácilmente generar un buen clima y hacer sentir bien a la otra persona. Aunque a veces, debido a nuestra herencia cultural o aprendizaje, puede darnos vergüenza hacer elogios o pensar que está fuera de lugar. ¡No os cortéis! Podéis elogiar proyectos de la empresa, como realizan la organización de las tareas, como tienen decorada la oficina, si el técnico de selección os ha hecho sentir cómodos o cómodas… Aunque tampoco hay que adular, es decir, no hay que abusar de hacer elogios, con hacer 1 o 2 suele ser suficiente.

Buen humor

Cosas tan sencillas como tener una expresión amable, sonreír o reír las gracias a quien os haga la entrevista puede haceros ganar puntos. Siempre están bien aprovechar los momentos en los que te permita hablar más para contar alguna anécdota divertida o poner un toque de humor a la entrevista. Tip: si os da ansiedad mirar a los ojos a la persona, siempre podéis mirarle al entrecejo. No se va a dar cuenta y os va a hacer sentir más tranquilos y tranquilas. ¡Probadlo con amigos!


Si habéis iniciado algún proceso terapéutico en Libertia Psicología, seguro que habéis deducido que esto son formas de aprovechar el aprendizaje asociativo. Sencillamente estamos modificando nuestro comportamiento para generar situaciones agradables y asociarlas con nosotros mismos. 

Por último, es importante recordar que estas son conductas que aumentan nuestras probabilidades de éxito. Eso no quiere decir que debamos introducir todas a la fuerza. Lo importante es conocer que existen y cómo funcionan, para introducir con naturalidad las que podamos.

¡Ánimo con ello!

Sigue leyendo la segunda parte de este post acerca de cómo hablar de nuestras cualidades y defectos en la entrevista.

Referencias bibliográficas:

  • Lundmann, L. (2018). How interviewers judge job applicants: A qualitative study. Journal of Constructivist Psychology, 31(3), 229–256.


Rafael Gil Ortega

Rafa.jpeg

Psicólogo general sanitario colegiado con número M-36161. Graduado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y máster en Psicología General Sanitaria por la misma universidad. Actualmente estoy cursando el doctorado, en el seno del cual investigo los procesos de comunicación y cambio de actitudes, así como la influencia del perfeccionismo sobre los mismos. Compagino todo esto con labores de docencia en el Grado de Psicología de la UAM, donde imparto materias de perfil social.


Contenidos relacionados

Suscríbete al boletín de noticias